El nombre de Dios

Me encontraba en el centro de la ciudad, todo estaba desolado. De repente me dió por caminar y cuando estaba cruzando por una de las calles, detrás de mi apareció una cochinilla gigante como un elefante, en la calle contraria venia otra del mismo tamaño y se enfrentaron, mientras miré sobre la espalda de estos animales y los manejaban a cada una un hombre, uno de blanco y otro de negro, y el de negro le ganaba al de blanco.
En esto les dí la espalda y corrí a donde había empezado todo y cuando estaba llegando vi en frente una multitud de gente luchando todos contra todos.
Cuando trate de llegar para ver que sucedía todo desapareció y me situé en varias partes del mundo, en China, Brasil, Arabia, en los Polos… fueron varias partes y luego me ví donde mismo y como había comenzado todo, un centro de ciudad desolado. En ese momento subí la mirada hacia el cielo y desde el venían siete seres divinos, cuando cayeron a la tierra esta retumbo, ellos me rodearon y detrás de ellos salió un muchacho de tanta luz que no lo pude detallar y ni siquiera ver, pues la luz me cegaba, lo único que ví fue que me extendió la mano, cuando se la di todo desapareció. Mientras tanto, en la calle que estaba a mi lado empezó a salir humo blanco y de este salió un ser extraño y gigante.
El extraño ser tenia cuerpo de escorpión, alas de águila, de su lomo salía fuego blanco y encima tenia una aureola, su rostro no se veía. Este me habló y tenía una voz mecanizada y fuerte, con frases de bebé pero aunque para oídos humanos no se entendiera lo que decía yo si lo comprendía, para mi mayor sorpresa. El ser me dijo que lo siguiera, me monte en su cola y me llevó a un lugar extraño, mientras me llevaba a los lados del camino habían pantallas gigantes donde se veía el sufrimiento humano y los que pecaban, cuando llegamos me dejo en un lugar amplio como el mar y encima había una silla con un pañuelo blanco (este sitio lo recordé de inmediato pues similar a otro sueño que ya había tenido, sobre un encuentro con los seres divinos). El ser se despidió de mi y se fué, yo me senté y esperé, de repente, ya no era un mar el lugar donde estaba, era un jardín de flores y yo estaba sentada debajo del árbol de Papá dios (este es un árbol donde Dios siempre se aparece en nuestros sueños, ver: Imagen La casa del Padre en este blog!) y ví que venían muchas mariposas y me agaché pero me dió curiosidad y levante la mano y una de ellas chocó con mi mano y se convirtió en pájaro, cuando lo deje ir la mitad de una cúpula venia hacia mi y la otra detrás de mi, me aparte y se unieron y formaron una gruta, la gruta me habló y me dijo que me metiera allí mientras las mariposas pasaban, yo lo hice y cuando las mariposas terminaron de pasar me Salí y le pregunte: ¿Tu eres DIOS? Y me dijo que si, me dijo: Yo soy Dios de todo lo que vez y lo que no también, cuida a los mas necesitados y ama mucho que eso es lo que te falta.
Yo pregunte: ¿Como te llamas en realidad?, necesito saberlo porque todos te tienen diferentes nombres. Como hago para predicar tu palabra, yo pecadora, no me van a escuchar.
Me respondió: Yo soy el que soy, soy alfa y omega, soy lo que tu quieras que sea y me llamo como tu quieras siempre y cuando me ames y creas en mi y me respetes. No te preocupes puedes hacer lo que tu quieras siempre que sea para bien. Prosperarás, tu y los que me sigan siempre que estén conmigo, tu estarás bien pues tienes mi nombre escrito en tu frente.
Y me enseño un espejo en donde mi reflejo era mi hermana y escribió en mi frente su nombre, y su nombre es imposible de nombrar pero se escribe con fuego y lo tenia con fuego en mi frente y en mi reflejo que era mi hermana, porque el siempre dice que mi hermana y yo somos una sola.
Y su nombre era un triangulo y en cada ángulo salían rayos de luz y en el medio o dentro del triangulo había un ojo, el ojo de Dios, y lo escribió con fuego.

Fuego vivo que no quema.